domingo, 18 de septiembre de 2016

El andinista que derrotó a la muerte

La extraordinaria vida del montañista Pablo Zelaya Huerta. El accidente que casi le cuesta la vida y su subida al Everest.

El montañista que salvo 2 vidas en el Everest.





Pablo Zelaya Huerta es uno de los 5 montañistas más importantes de Argentina. Un hombre que lucho contra la muerte y le ganó. Pero lamentablemente en esa lucha perdió a su mejor amigo Alejandro Sorondo. Fueron días difíciles para el montañista "estaba muerto en vida".

Con los ojos vidriosos y la voz cortada el andinista habla del accidente que casi le cuesta la vida en el Nevado del Aconquija "Mi desafió era cruzar el cordón corriendo en 5 días. Era muy loco muy ambicioso. Eran las vacaciones. Alejandro Sorondo, que es mi amigo, me dijo que me acompañaba hasta el Nevado de Dos Lagunas y de ahí él se bajaba. En lo que íbamos subiendo el 2 de Julio nos vuela el viento. A 120 kilómetros por hora; me levanta caminando como venía. Amanezco el 4 de Julio; 2 días después; con el cráneo fracturado, los hombros rotos, 6 costillas rotas,el piolet  (herramienta de hielo) clavada en la rodillas y el codo. Y con una angustia en el corazón. De ahí bajé como podía. Fueron los 4 días más duros de mi vida. Mi motivación fueron  mis hijos. Iba bordeando  el rió, porque para mí el agua y el sol eran vida. Perdí 5 kilos; me arrastraba no podía caminar. El 3er día que venía bajando me caigo y me rompo el talón. Me llevo el río. Sufrí mucho porque pensé me ahogo porque no podía nadar con los brazos; tenía los hombros quebrados. Miraba todo el tiempo para atrás, para ver si venía Alejandro detrás mío. Y eso nunca pasó era sólo una ilusión mía. Cuando logre salir y volví estuve 15 días en terapia intensiva. No me acuerdo ni quien estuvo en la habitación ni nada. Estuve en silla de ruedas 3 meses; no podía caminar. Estuve un año para volver a caminar", recordó Pablo.

Luego de este brutal accidente que cobro la vida de su amigo; el montañista cuenta que al año volvió a la montaña y lo venció la tristeza. No pudo subir y se fue a su casa. Recién al 3er año pudo subir y dejar una cruz donde él cree que está su amigo. Culminando el tema del accidente dijo: "A Alejandro lo encontramos 23 días después, y por desgracia cayó muy mal, frontal; hizo una muerte cerebral a los 40 minutos y después su cuerpo hizo un paro respiratorio. Ale es mi compañero de vida, es algo espiritual. Cada vez que llego a la cima converso con él".

En cuanto a su subida al Everest, "el cóndor", lo hizo con mucho sacrificio y a pulmón. Sin oxigeno ni asistencia y por la cara Norte del Everest (north face); por la que circulan de 100 a 150 personas por año. Sólo el 5% de los humanos viven arriba de los 7.500 metros (sobre el nivel del mar) sin oxigeno y Pablo se animó. El 80% de los que suben son  millonarios, el 10%  aventureros y el otro 10% montañistas. Los dos primeros van con full service. "En el campo avanzado a 6.400 metros estuve 35 días viviendo. 10 días nos tocó tormenta. En una carpa que es como un escritorio, no te podes mover. El baño, todo es adentro; se imaginaran como es", contó el andinista.

"El techo del mundo" tiene muchos cuerpos, cada persona que muere queda ahí; porque cuando hace la bendición el Lama, un monje, se dice que la diosa del Everest, que es la madre tierra, te protege. Si morís tu cuerpo no puede ser extraído, al menos que tu familia pueda pagar mucha plata para retirarlo. De otro modo la montaña maldice a quien te busca. A quien extrae tu cuerpo. "Cuando comienzo a cavar para armar mi carpa me encuentro con el cuerpo de un sherpa (guías, lugareños) que estaba muerto. Y bueno lo tapas. Pregunto de donde es y me dicen que hace 2 años que estaba ahí el cuerpo. Lo corrí a un costado y dormí al lado del sherpa", recordó entre risas.

"Iba con un grupo de elite de México, del cual 2 eran montañistas el resto eran turistas. Uno de ellos es Luis Alvarez; a quien bajo. Salvo dos vidas en el Everest. Luis me llama a las 9 de la noche llorando que por favor alguien lo ayude, lo rescate, porque el sherpa le cobrara 40 mil dolares más de lo que él había pagado para bajarlo. porque consideraba que iba a tener más trabajo llevando a Luis en la condición en la que estaba, ciego. Es muy fuerte que la vida tenga un precio", remarcó Pablo.

Luis Alvarez (de México) y Ara Khatchadouria (de la India), fueron los rescatados por el montañista. Quedaron ciegos porque al llegar a la cima y se sacaron las antiparras y los guantes para la selfie. Perdieron las falanges de los dedos y se les quemaron las retinas. La cegara de montaña es temporal.

Sobre ésto Pablo contó: "Salí corriendo. Hice 11 horas del campo base de 5300, sin dormir en ningún campamento, hasta cruzarlos a Luis y Ara a 7.700. Demoré nueve horas y media en bajar la pared de hielo con los 2 ciegos atados. Bajaba 2 veces los tramos. Son 12 tramos de 1.200 metros. Bajaba un ciego, ponía un tornillo, lo dejaba, buscaba al otro y así. Subí 2 veces al Everest, digamos. Ara tiene 40 % de la ceguera, perdió dedos del pie y las manos. Luis perdió dos dedos y quedó ciego más de 25 días. Por quemarse con la nieve".

Pablo Zelaya Huerta, un hombre con una historia increíble. Amante de su profesión. Y de la vida.

Escucha el relato del accidente en la voz de su protagonista, "el cóndor".

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